Retratos de familia

Aquí estamos de nuevo. Aunque, tengo que publicar desde un locutorio. Nunca creí que llegará a esto. En casa, estamos invadidos por troyanos y virus varios (estos de la gripe). Pero, mi madre tenía mucha ilusión por mostrar el álbum que ha estado haciendo todo este año.

La primera idea era hacerlo sobre las reuniones anuales de la familia Sarasa, toda la familia de mi padre. Cuando se puso enfermo, se dedicó a buscar a todos aquellos con los que hacía mucho tiempo que no tenía contacto. Y, la verdad, gracias a Internet, fue bastante fácil. Lo siguiente fue empeñarse en reunirlos a todos. El era hijo único, pero, al morir muy pronto su padre, había crecido rodeado de sus primos hermanos.
Un mes antes de morir, hubo una celebración familiar en la que estuvieron bastantes. Pero, no llego a poder asistir a ninguna. Ese verano se celebró la primera. Y, a nosotras, nos hizo muy felices saber que se cumplía su sueño.

Pero, al plantearnos el álbum, me dí cuenta que realmente, no nos conocíamos todos. Había muchos hijos y nietos, que casi ni sabíamos sus nombres. Así que, teléfono en mano, mi madre se dedicó a llamar a todos y pedirles que nos enviaran las fotos y los datos de cada familia. Tomando como punto de partida la foto de los bisabuelos con sus hijos, (que nos regalo Jose Antonio en la primera reunión), había que dibujar el árbol genealógico. Estas son las hojas que de cada línea: Sasal, Jarlata, Madrid, Zaragoza, los de teléfonos y Larres.



Han sido meses, primero para conseguir las fotos, (vamos siempre todos tan ocupados), luego decidir que formato hacíamos para el álbum y como montar las fotos de 97 personas. Fotos que, igual eran de carnet, que de grupo.
Al final optamos por 20x30. Y, siguiendo el orden de los hermanos, poner los abuelos de la casa con sus hijos, y a continuación, cada hijo con su familia.
Si explicado así parece un lío, peor era cuando ponías encima de la mesa las fotos. Ha sido un trabajo muy enriquecedor, pero nos ha costado muchas “discusiones”. Cuando ya tenía ordenadas las fotos, mi niña me las movía. Elegíamos papeles, y cuando ya estaban cortados no le gustaban, y vuelta a empezar.

Las que han estado cerca de nosotras, han tenido que aguantar mil preguntas, la pobre Maica paso más de un día, ayudándole a montar las que más le costaban, para que cuando luego llegara a casa, hiciera lo que le daba la gana. Aquí están en lo que yo llamo el “momento pegatina” (momento en que mi madre dice: le falta algo, y si ponemos esto, y esto…. Y consiguió que hasta Maica se enganchara a ese momento).

Pero, por fin, 15 días antes de la reunión, el álbum quedó rematado. Lo encuadernamos con la Bind it all, y le hicimos unas tapas de cartón forradas con un papel muy “campestre”. Y, en la tapa, las fotos de Jarlata y de la casa pairal. El lomo lo forramos con tela de lino y rematado con una cinta con ondas.

A continuación, hizo veintiantas tarjetas para regalar a cada familia un CD con una presentación del album. Ya que el álbum solo podía ser para uno. Y era para mi tío Carlos, que desde que vio el scrap, está enamorado. Creo que hasta ha hecho sus pinitos.

El día de la reunión fue la estrella de la comida. Iba de mano en mano, mientras comían veían el álbum y descubrían a algunos. Me encanta esta foto, en la que el único abuelo que pudo ir a la reunión mira el álbum. Aunque, ya se ha quedado corto, porque al año que viene, como mínimo, habrá dos pequeñajos más en la familia (..o quizás más. ).

Ahora, ya sabéis porque hemos estado tan desconectadas. No me gusta mucho publicar las fotos con las caras pixeladas, pero tampoco tengo el permiso de ellos para hacerlo, así que, solo os podemos enseñar una muestra.

Pero, hemos hecho muchas más cosas. En cuanto me regalen “un super portátil” para mi cumple, espero poder participar más y ponerme al día. Porque esto de no poder mirar blogs, empieza a ser un autentico rollooooo!! Muchas gracias a todas por vuestros comentarios, espero poder estar pronto viendo todas vuestras novedades.

Y un besote grande a Cuchy y Lourdes, con las que la semana pasada, Sonia y yo lo pasamos genial!! Estaban agotadas, pero aguantaron el tirón. Soy tan feliz cuando puedo conocer a “amigas virtuales”. Solo que me quedo con ganas de más. Repetimos???